7 de enero de 2024

Terra nullius







Hacía notar Thoreau, ese” inspector de ventiscas y diluvios”, lo pegados que estamos a la tierra y lo pocas veces que ascendemos. Cómo no vemos más que las flores a nuestros pies, en los prados, y desatendemos a los pinos, esas humildes coníferas que desarrollan sus delicados brotes eternamente cada verano en las ramas más altas de los bosques.

Así nuestras ideas (las de algunos más que las de otros), nuestros pensamientos libres de toda consigna, han dejado de volar alto, han abandonado su vocación de cielo para alcanzar el paso del pollo de corral. Hemos autodevastado nuestras mentes para alimentar hogueras de ambición, de vacuidad, de demagogia, de falta de conciencia crítica…Reclamo a aquellos gigantes a hombros de quienes eramos enanos con vocación de superación.