23 de enero de 2015

EL OTOÑO DE LA CONCIENCIA


 Imaginario de otoño
Jesús Cabezón
Valnera literaria

 
“Los días son heridas de muerte”. Tales palabras, contundentes donde las haya, dejan sobre el tapete toda una declaración de intenciones que, verso a verso, nutre este “Imaginario de otoño”, último poemario del cántabro de acogida Jesús Cabezón, que ve la luz con el sello de Ediciones Valnera, a cargo del infatigable Jesús Herrán.

Cabezón (Palencia, 1946), quien nos ha acostumbrado en los últimos años  a sus comparecencias escriturarias (recordemos su recopilación de artículos de 2010 “El mundo que sentí cercano”, de la mano de la también cántabra El Desvelo ediciones), se muestra ahora ante el lector con voluntad de inventario, de friso existencial en el que sin solución de continuidad, como se observa en la ausencia de una estructura partita en la obra,  da cuenta de su presente. Extraordinario en su lucidez, consciente de haber atravesado ya el “mezzo del camin”, que metaforiza con el viejo (y siempre nuevo) símbolo del otoño que da pie al título, el poeta despliega a lo largo del libro el torrente meditativo de un yo que cuestiona su existir, encaminado como está hacia lo inexorable de su destino.

Para él la formulación de este imaginario otoñal pasa por dar cuenta de todo un ideario existencial y poético: ahí está la angustia por el paso del tiempo porque “Miro hacia atrás desde los espejos del miedo/y descubro que he agotado demasiados tiempos previsibles”. Así la incertidumbre de vivir (el término “miedo” se repite significativamente en la obra) apunta a la memoria como una, si no la única, capacidad redentora de la existencia a la que él se aferra con convicción, memoria que vuelve los ojos a la infancia en su intento de recuperar la esperanza de vivir puesto que entonces “no me robaban mi realidad y mis sueños”. El pulmón de los recuerdos respira al compás de la reivindicación de una conciencia individual, que se hace moral en tanto que inquiere, duda, increpa al poder balsámico de la escritura o se debate entre la razón y el deseo.

En efecto, abordada desde una inquieta serenidad, la relación amorosa se constituye en uno de los ejes temáticos del libro, como así lo ha sido del conjunto de la obra del poeta. Cabezón se apoya en la amplitud de recorrido de un verso largo para perfilar aspectos de la intensidad emocional de una pasión más soñada que vivida, del maridaje amor deseo (reivindicado éste en la referencia culturalista a la figura de Marilyn) o, en definitiva, de la caducidad de ambos como “un instante de capricho”, a sabiendas de que es ese instante el portador de senderos infinitos.

Si bien es cierto que nos encontramos en este libro la exposición lúcida, sin duda, y amplia de lo humana; no lo es menos que cumple con el gran requisito, según Auden, de lo poético : “Alabar su propia existencia y su acontecer”. Que así sea.

ELDA LAVÍN
Reseña publicada en el suplemento SOTILEZA, de El Diario Montañés, viernes, 23 de enero de 2015.