Bienvenidos al día después.
Mirando hacia las nubes, se adivina
el silencio del cielo.
Al repetir, sin nadie,
de madrugada, el gesto de la llave,
matas la hazaña, el ensueño o la anécdota,
por lo que queda de esta noche.
Por ti murmura y pasa aún
la vena clara de tu vida sola.
RICARDO DEFARGUES (Barcelona, 1933-2013)